Gingivitis:inflamación de las encías, es la forma más leve de enfermedad periodontal. Las encías se aprecian rojas, inflamadas y sangran con facilidad, aunque el paciente no nota molestias o nota muy pocas. En esta etapa, la curación es sencilla con el consejo del dentista y los cuidados en casa.
Periodontitis ligera: si la gingivitis progresa y no se aplica tratamiento, aparece una periodontitis ligera que comienza a destruir el hueso y los tejidos que sostienen el diente.
Periodontitis moderada avanzada: si no se trata la enfermedad periodontal ligera, ésta avanza y desemboca en una enfermedad moderada o avanzada en la que se produce una importante pérdida de hueso y tejido que pone en peligro la pieza dental.
Periodontitis juvenil: es una enfermedad caracterizada por una pérdida rápida de hueso alrededor del diente, sin que se forme sarro, en personas adolescentes o jóvenes.
La enfermedad periodontal puede progresar silenciosamente sin síntomas de importancia, de forma que, cuando el paciente se da cuenta de que la padece, ya es tarde para realizar un tratamiento eficaz. Existen algunas señales que deben alertar al paciente y al dentista de su presencia, como unas encías rojas, blandas e inflamadas, la existencia de sangrado al cepillarse, separación entre el diente y la encía, dientes flojos, la presencia de pus entre el diente y la encía, mal aliento y mala oclusión repentina.